"Temporalidad" y "La mirada en el relato", de Ana Sarchione
Consigna: Con respecto a los teóricos, vayan leyendo "Temporalidad" y "La mirada en el relato" de Ana Sarchione: y hagan preguntas para profundizar o sobre lo que no se entienda, y comenten qué ideas o procedimientos robarían para su escritura.
Me parece muy acertada la estructura del texto "Temporalidad". Cada uno de los subtítulos está muy bien explicado, no son difíciles de comprender y los de orden y velocidad fueron los que más me atraparon como lector. Ana, con gran facilidad, nos habla sobre varios conceptos propuestos por el escritor francés Gérard Genette.
Un narrador, a la hora de escribir, va jugando con el tiempo base del mismo. Decide todo el tiempo sobre los tiempos del relato, sobre su orden. Cuándo es conveniente incluir alguna distorsión, cuándo no. Distorsiones que rompen con esa secuencia cronológica de la historia y que le brindan al lector efectos de sentido. Evocaciones de situaciones previas al momento en el cual se encuentra la historia en ese momento, por ejemplo. Es la analepsis y está para sumarle información al lector, para que éste entienda el por qué de algunas cuestiones. También puede haber prolepsis, lo opuesto a la distorsión recién mencionada. Entran a jugar anticipaciones del tiempo base del relato. Siempre son sucesos que se terminan produciendo. Para verlo con mayor claridad, Sarchione nos propone un fragmento de una novela de García Márquez donde la prolepsis está empleada principalmente para captar la atención del lector, para mantenerlo expectante. Se nos anticipa un suceso de enorme importancia en el relato para luego adentrarse en él.
También me pareció interesante lo que tiene que ver con la velocidad de los relatos, con cómo se trabaja sobre ese ritmo narrativo propio de cada uno. Claro, otra vez el autor está decidiendo. Decide cuándo es conveniente la pausa, el detenimiento, el detalle. Y cuándo debe darle agilidad, dinámica, acción. También, cómo con escasas palabras puede hacer referencia a un largo lapso de tiempo o cómo puede explayarse, profundizar y demorar un acontecimiento que puede resultar sumamente efímero. Acá, podemos dar cuenta del talento del escritor, cómo se las rebusca y qué uso le da a cada uno de los recursos narrativos para otorgarle sentido y que despierte interés en el lector.
De "La mirada en el relato" me pareció interesante escribir algunas líneas sobre el concepto de focalización, uno de los ejes principales y que tiene concordancia con el título de este texto. Este término hace referencia a la manera en la que se ve lo que se nos presenta en un relato, qué perspectiva se tiene sobre un determinado acontecimiento o situación narrada. Y este punto de vista se construye desde la ideología, la psíquis, la edad. Son elementos que entran en escena a la hora de internalizar determinada información y que explican por qué se decide hacer énfasis en una cuestión y no en otra. Y este focalizador, es decir, ese agente que percibe como bien menciona Sarchione, puede ser un personaje que se encuentra dentro del relato o fuera de él. "Cielo de Claraboyas", de Silvina Ocampo, es un claro ejemplo de un punto de vista sesgado por parte del personaje de la historia: se nos presenta así por la limitación que presenta el personaje a la hora de dar cuenta de los hechos que narra. En lo que refiere a la focalización externa, Ana nos muestra cómo en un fragmento de "La espera", de Jorge Luis Borges, aparece un desconocimiento por parte del narrador sobre una situación del relato, está por fuera (... "como si retomara el sueño").
Me parece muy acertada la estructura del texto "Temporalidad". Cada uno de los subtítulos está muy bien explicado, no son difíciles de comprender y los de orden y velocidad fueron los que más me atraparon como lector. Ana, con gran facilidad, nos habla sobre varios conceptos propuestos por el escritor francés Gérard Genette.
Un narrador, a la hora de escribir, va jugando con el tiempo base del mismo. Decide todo el tiempo sobre los tiempos del relato, sobre su orden. Cuándo es conveniente incluir alguna distorsión, cuándo no. Distorsiones que rompen con esa secuencia cronológica de la historia y que le brindan al lector efectos de sentido. Evocaciones de situaciones previas al momento en el cual se encuentra la historia en ese momento, por ejemplo. Es la analepsis y está para sumarle información al lector, para que éste entienda el por qué de algunas cuestiones. También puede haber prolepsis, lo opuesto a la distorsión recién mencionada. Entran a jugar anticipaciones del tiempo base del relato. Siempre son sucesos que se terminan produciendo. Para verlo con mayor claridad, Sarchione nos propone un fragmento de una novela de García Márquez donde la prolepsis está empleada principalmente para captar la atención del lector, para mantenerlo expectante. Se nos anticipa un suceso de enorme importancia en el relato para luego adentrarse en él.
También me pareció interesante lo que tiene que ver con la velocidad de los relatos, con cómo se trabaja sobre ese ritmo narrativo propio de cada uno. Claro, otra vez el autor está decidiendo. Decide cuándo es conveniente la pausa, el detenimiento, el detalle. Y cuándo debe darle agilidad, dinámica, acción. También, cómo con escasas palabras puede hacer referencia a un largo lapso de tiempo o cómo puede explayarse, profundizar y demorar un acontecimiento que puede resultar sumamente efímero. Acá, podemos dar cuenta del talento del escritor, cómo se las rebusca y qué uso le da a cada uno de los recursos narrativos para otorgarle sentido y que despierte interés en el lector.
De "La mirada en el relato" me pareció interesante escribir algunas líneas sobre el concepto de focalización, uno de los ejes principales y que tiene concordancia con el título de este texto. Este término hace referencia a la manera en la que se ve lo que se nos presenta en un relato, qué perspectiva se tiene sobre un determinado acontecimiento o situación narrada. Y este punto de vista se construye desde la ideología, la psíquis, la edad. Son elementos que entran en escena a la hora de internalizar determinada información y que explican por qué se decide hacer énfasis en una cuestión y no en otra. Y este focalizador, es decir, ese agente que percibe como bien menciona Sarchione, puede ser un personaje que se encuentra dentro del relato o fuera de él. "Cielo de Claraboyas", de Silvina Ocampo, es un claro ejemplo de un punto de vista sesgado por parte del personaje de la historia: se nos presenta así por la limitación que presenta el personaje a la hora de dar cuenta de los hechos que narra. En lo que refiere a la focalización externa, Ana nos muestra cómo en un fragmento de "La espera", de Jorge Luis Borges, aparece un desconocimiento por parte del narrador sobre una situación del relato, está por fuera (... "como si retomara el sueño").
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